Primer Día Real

           Son las 8.00 de la mañana, me levanto nerviosa, contenta, con peculiares expectativas ante lo que me deparará mi primer día de prácticas. Cuento con la suerte de que en el colegio en el que empiezo esta aventura me ha tocado en el curso de 4º de primaria, un curso del que tengo buenas referencias acerca de la profesora, todo pinta muy bien.

            Ya son las 8.30 no quiero llegar tarde, las clases comienzan a las 9.00 . Así que me a ir al colegio, arranco el coche y en escasos quince minutos ya me encuentro en él; por suerte está cerca de mi casa. Ahí me espera mi tutora, portería, nos encaminamos a nuestra clase, recorremos un pasillo, un claustro interior precioso, miro a mi alrededor y veo niños con caritas dormidas, con mochilas al hombro que ocupan mas espacios que el propio niño, otros con mochilas con ruedas, arrastras por el pasillo, niños que a la espera de su profesora aguardan en el pasillo ya mimetizados en el entorno comentando con sus amigos y compañeros la última trastada, otros intercambian cromos y hablan de los deberes. Ya está aquí la profesora, una señora encantadora,  diría que es la “típica” profesora de toda la vida, con un tono de voz dulce, extrovertida, alegre y que se la nota que le encanta su profesión por su mirada y su natural sonrisa. Saluda a sus alumnos destacando el día, precioso y soleado, hasta ahora yo no me había parado a contemplarlo, ahora que lo ha dicho me llama más la atención, tiene razón hoy va a ser un buen día.

            Comenzamos la clase, me presentan como la "nueva Seño", me observan caras curiosas y asustadizas y otras divertidas. Después de las presentaciones, hacemos una pequeña puesta en común del fin de semana y de las expectativas de estos tres días. Las expectativas son bastante altas ya que tenemos Halloween a la vuelta de la esquina. Fantasmas, brujas, vampiros, momias y calabazas son algunos de sus disfraces.

            Revisamos los deberes que había para hoy y se resuelven las dudas y los problemas que se habían planteado al hacerlos. Los alumnos apuntan las tareas para el próximo día y la maestra comienza a explicar la lección que deben estudiar para la mañana siguiente: la función de relación. Que sencillo parece a simple vista, nunca fueron las ciencias sociales, o como dirían estos alumnos “el cono” (el conocimiento del medio), una de mis asignaturas favoritas. Con las historias que cuenta la profesora a sus alumnos y el entusiasmo con que lo hace; basta tan sólo ver los ojos como platos de los 20 alumnos que hay sentados frente a mi y sus caras de asombro y atención para entender de qué depende que una asignatura te guste, capte tu atención.

    

         Son ya las 11 y cuarto, la mañana pasa volando. Toca recreo, un temido momento, es hora de conocer al resto de profesores. Bajamos la tutora y yo a la cocina donde se encuentra una pequeña cafetería y tomamos un cafe con el resto de profesores de primaria e infantil. Un momento de verguenza pero con confianza, una sonrisa y educación me decía mi madre que se iba a todos lados, así que siguiendo los consejos de mi madre así hice, y la verdad es que me recibieron genial, me dieron la bienvenida y me desearon mucha suerte, me preguntaron por mis estudios un poco sobre mi y mis expectativas. 11.30. "Puff” primer obstáculo superado y salvada por la campana que nos da la señal para subir a clase.

            Volvemos a clase tras los quince minutos de recreo, subo las escaleras y recorro los pasillos decorados con trabajos de los alumnos, Volvemos a clase y seguimos con nuevos trabajos y explicaciones. Ya me se la mayoría de los nombres. La tutora aprovecha que el momento de trabajo de los niños para enseñarme exámenes de los alumnos de conocimiento del medio. Hay que ver lo ingeniosos que pueden llegar a ser los niños, dan unas respuestas que son súper originales y con todo el sentido del mundo.

          

            Termina la clase y nos toca ir a la última clase de la mañana, la clase de los alumnos de 2º de Ed. Primaria, mi tutora les enseña religión. Me vuelve a presentar ya que los peques no paraban de preguntarme, preguntas de todo tipo, desde mi helado favorito hasta si creía en los marcianos y obviamente que quién era yo. La tutorahace una pequeña ronda de preguntas para saciar su curiosidad, un momento realmente divertido y a comenzar con la clase de religión. Hace que una clase tan abstracta en muchos sentidos, para ellos sea como un cuento. Están maravillados, fascinados y se enteran de todo, incluso hacen sus propias interpretaciones de la historia del "Pueblo de Israel" (el tema de hoy). 

            Camino a casa me acuerdo de algunas frases y razonamientos que habían expresado los  niños en el día de hoy. De lo vivido y sentido en esta mañana, lo rápido que se me han pasado estas tres horas y media de clase. La de cosas que había aprendido. Ahora toca comer, reposar un poco y de vuelta al colegio otra vez. 

            Por la tarde teníamos clase de Lengua con 6º. Grandes expectativas. Empezamos de nuevo con mi presentación, y luego entre varios alumnos a mano alzada me explican qué han hecho en la última semana en la clase de Lengua. Qué ilusión, tiene que ver con la lectura. Se han leído un libro elegido a votación por la clase y me han hecho entre todos un resumen del argumento de la historia y me han descrito a los personajes para ponerme en situación.  Es un libro que a todos ellos les ha gustado bastante ya que se sentían identificados con los personajes. Me ha llamado mucho ala atención que la primera pregunta que ha realizado la profesora sobre los datos del libro era el nombre de la autora del libro y me ha sorprendido aún más que todos sabían quién era y una pequeña reseña de la misma. En clase habíamos comentado desde nuestra propia experiencia que ese dato solía omitirse y me ha hecho ilusión ver que no lo habían pasado por alto. A los niños se les veía muy motivados con la lectura, al haber dos protagonistas, chico y chica todos se sentían identificados con el de su mismo sexo. También planteaban finales alternativos y otros posibles títulos tras haber intentado llegar a entender el por qué de la elección del titulo original. En la clase pude observar colgada de una percha, una bolsa ilustrada con la portada del libro "Enamorados" Estos "profes" sabían elegir buenos libros. Estuve hablando con la tutora sobre la importancia que tenía para ella como tutora y para el centro la lectura y me sorprendió su respuesta ya que decía que era el aspecto en el que más incidían, ya que la comprensión lectora era básica para el desarrollo de las distintas competencias. Trabajan muchísimos libros durante el curso y los trabajan de una manera adecuada, los profesores han realizado talleres y cursos y están orientados por un equipo psicopedagógico y logopedas que les van guiando, todos juntos realizan un gran trabajo. Los niños que presentan más dificultades en algunos aspectos de lengua y matemáticas tienen una horas dentro del horario escolar de apoyo y refuerzo, las cuales se aprovechan al máximo y dan grandes resultados.

            La profesora aprovecha que sus “campeones” están haciendo los ejercicios para enseñarme los cuadernos de sus alumnos, que pese a ser muy dispares unos de otros, llama la atención lo limpios y bien ordenados que están sus trabajos. Me comenta la maestra que es algo por lo que lucha, le da mucha importancia al orden, organización y limpieza. Estoy totalmente de acuerdo con ella. Algunos alumnos nos “interrumpen” con pequeños problemas con los ejercicios mandados; la profesora aprovecha para darles una gran lección “todos nos equivocamos, es bueno equivocarse, porque así aprendemos mejor, lo importante no es si nos equivocamos, lo importante es cómo corregimos nuestro error. Todos nos equivocamos, nos equivocamos y mucho. Yo sé que todos vosotros sois capaces de rectificar vuestros errores, sois mis campeones.” Probablemente de las mejores lecciones que les puedan dar a estos alumnos. Me ha dejado maravillada. Toca la campana, todos miran a la profesora esperando que les deje recoger sus estuches y hojas de trabajo para ponerse el abrigo y la mochila. Asiente con la mirada y apresuradamente como si de una competición por ver quien recoge más rápido se tratase, todos guardan sus cosas de una manera veloz y se ponen en fila en la puerta para salir a encontrarse con sus madres que les esperan a la salida del colegio con la merienda lista y alguna actividad extraescolar a la que seguro que llegan tarde o van con prisa.

            Muchos nos dicen adiós cuando salen por la puerta, otros van conversando, otros discuten porque el de delante se “ha colado”,  otros más rezagados se quedan atrás cerrando sus mochilas y poniéndose el abrigo. Se despiden de la profesora con un beso en la mejilla, muy dulce, tierno y sincero. Recogemos la clase y la doy las gracias por el buen trato recibido.

            Me voy a casa con una sonrisa, la cual aumenta al cruzar la calle y oír mi nombre a voz en grito. Me giro y era una niña de “mi clase” que me dice adiós con una mano y con la boca llena de chocolate del bocadillo que sujeta con la otra. Me hace ilusión esta sensación, me hace sentir como si ya fuera su profesora.

            Definitivamente me gusta mi carrera y mi futura profesión, no es fácil, todo lo contrario es dificilísimo, cada día es distinto al anterior y cada alumno es diferente del que tiene al lado. Pero ahí esta el merito del profesor, en saber llegar a todos y darles las herramientas necesarias para ser grandes personas y que se sepan valer por ellos mismos, poniendo por delante sus valores.

             Durante la tarde me planteo la siguiente pregunta, ¿es un buen grupo por naturaleza o por que está bien dirigido? Teniendo en cuenta que son 20 alumnos, cada uno con unas necesidades y características diferentes, aparentemente podría ser un curso complicado de llevar y yo hoy no he percibido que fuese un curso difícil. Es por tanto una gran labor la de su maestra, sabe cómo tratar con ellos. ¿Se aprende o se nace? No lo sé, pero lo que sí se, es que la profesión de maestro  te tiene que gustar mucho, tienes que tener la cabeza en su sitio y no debes dejarte llevar en ningún momento por la situación. Definitivamente creo que tienes que valer. ¿Valdré yo?