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¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué?

Una clase y una profesora como la de hoy son las que me hacen reafirmar la decisión que tome hace unos cuantos años de querer dedicar mi vida a la educación.

Clases en las que se deja de lado, sin perderla de vista, la literatura clásica para hablar con alumnos inquietos sobre sus pensamientos, su opinión, sus propuestas y quejas sobre el estado actual de la educación, sobre la concepción que tiene la sociedad de la educación entre otros temas. Me emociona realmente.

Tengo la suerte de estudiar en una universidad compuesta por profesores emprendedores, creativos, inquietos, profesionales. Aprender de ellos es una suerte, un privilegio.

Debemos plantearnos cómo es la educación y como es la sociedad. Algo tan simple que debería avanzar de la mano, precisamente se nos escapa "de las manos". Si la sociedad avanza, ¿por qué no avanza la educación? 

Las clases se siguen, en su mayoría, desarrollando igual que cuando nuestros abuelos iban a la escuela, donde una explicación era necesaria ya que había como "libro de texto" una gran enciclopedia dirigida a cualquiera que no fuese un niño pero utilizada por niños. Ahí si se necesitaba una explicación del temario. Hoy día en cambio se utilizan libros de texto atractivos, con lenguaje sencillo, con esquemas, imágenes y diagramas que explican y completan el tema tratado. Hoy los libros están dirigidos y hechos para los niños. Siendo así, ¿por qué los profesores se limitan a explicar cada página del libro de texto? ¿A caso no se puede ampliar el conocimiento del alumno, extraer conclusiones entre toda la clase y trabajar de manera dinámica y productiva en lugar de memorizar para aprobar? 

Estamos creando alumnos aprobados, APROBADOS, sin más. Tristeza, vergüenza, impotencia son sentimientos que me invaden cuando pienso en que creamos (y he sido fruto de esa creación) alumnos destinados únicamente a obtener un aprobado y no un conocimiento y unas competencias. Alumnos enfocados a memorizar para aprobar un examen. No importa si lo entiende, si lo comprende, si lo sabe aplicar, si le encuentra sentido, su opinión. Sólo importa si aprueba.

Un mal estudiante o un buen estudiante en la escuela es quien obtiene mejores resultados en un examen donde ha tenido que memorizar determinadas páginas. Pero y el que las asimila y las aplica, el que se explica con sus propias palabras, el que se formula preguntas, el inquieto de aprendizaje. ¿Ese alumno no es buen estudiante si no sabe memorizar bien?

Cada etapa es una etapa en sí misma, suena redundante, pero así es, no es una etapa de preparación, al igual que los últimos cursos de una etapa no son una preparación para la siguiente, siendo esto así. ¿Por qué en sexto de primaria les preparamos para la ESO, el 4º de la ESO les preparamos para bachillerato y en bachillerato les preparamos para la universidad? ¿Por qué en vez de preparar a los alumnos durante toda su vida para el futuro, no les enseñamos el presente? La escuela la única preparación que debe tener presente es LA VIDA, una vida que hay que vivirla y hay que saber desenvolverse en ella, empleando todo tipo de recursos que tenemos a nuestra disposición, siendo realistas y teniendo los pies en el presente, la vista un poco en el futuro y la cabeza sobre los hombros.

La historia nos sirve para aprender de los errores y mejorar los aciertos. El hombre es el único ser capaz de saber que algo está mal y seguir haciéndolo mal. Si se sabe que la educación está mal, ¿Por qué no borramos y empezamos de nuevo? ¿Por qué si la educación de una clase la lleva un profesor, las bases de un sistema educativo no las asienta y desarrollan educadores? Paradigmas de la vida ante los cuales no nos debemos cruzar de brazos.

Nunca me he considerado, ni me considero una "antisistema" de hecho, no se muy bien ni qué es el sistema. Tampoco creo ser una rebelde, intento pasar desapercibida. Mis ideas políticas son bastante nulas y pobres, pero lo que sí se, es que no me gusta la educación que veo y que he vivido. Y desde luego que no quiero practicarla tal y como está hoy. Mi idea de la profesión ha cambiado mucho en estos tres años de carrera y me alegro haberme quitado esa venda de los ojos. Cómo me han enseñado a mi será lo normal, pero no siempre lo normal está "bien", en muchas ocasiones lo Anormal es a lo que deberíamos prestarle atención. Yo quería ser profesora para enseñar como a mi no me habían enseñado y para disfrutar como en mis clases no habían disfrutado la mayoría de mis profesores.

Quizás sean los sueños de una alumna inexperta y con algo de pájaros en la cabeza, seguramente así sea. Pero los sueños se hacen realidad si una misma lucha por ellos y yo estoy dispuesta a luchar por los míos.


Lucha por cumplir tus sueños




Gracias Irune por tu profesionalidad y por tus clases. 
Hoy me he ido feliz a casa.

2 comentarios:

  1. Muchas gracias a ti y ¡ole! por el artículo que te has marcado. Twitéate a ti misma, por favor, y pídele a todo el mundo que te retwitee; espero que tu texto llegue a "menéame" para que lo lea todo el mundo.
    Te lo anoto.... para que te llamen pelota ;P

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  2. No me gusta la pregunta. Una vez me contaron que el que pregunta "porqués" obtiene porquerías. Pero me gusta (mucho) las respuestas. Y más sabiendo que provienen de una futura profesora con ambición de no perpetuar la especie de profesores plastas.

    Te recomiendo que para esa lucha que comienzas modifiques un poquito tus preguntas... pregúntate "para qués" en lugar de por qués y verás como todo encuentra su camino.

    ¿Para qué quiero ser profe? ¿para qué quiero cambiar la educación? Cuando encuentres tus respuestas, no las olvides nunca. Marcarán tu camino.

    Un abrazo Irene. Gracias por tu invitación.
    Miguel.

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